Psicofarma explica desabasto e impacto de sanción frente a riesgos neurológicos

El Heraldo de México, Imagen Radio. Una de las secuelas de la pandemia del nuevo coronavirus es lo que los expertos han llamado ‘ansiedad social’, es decir, los efectos psicológicos y sociales que ha traído el confinamiento ante el riesgo de contagio y por el desempleo ante el desplome de la economía.

Ese tipo de padecimientos tienen un alza exponencial y deberán sumarse al esfuerzo del sector salud en la pandemia, y en ese contexto se da la inhabilitación y multa por parte de la Secretaría de la Función Pública, de Irma Eréndira Sandoval, a la firma Psicofarma.

Efrén Ocampo, al mando del Grupo Neolpharma, al cual pertenece Psicofarma, se ha reunido con las autoridades sanitarias mexicanas para explicar los problemas de abasto en que incurrió con el producto albendazol y para alertar sobre el impacto de la sanción en el manejo de enfermedades neurológicas.

“Psicofarma está entre los tres principales proveedores del sector público en cuanto al número de piezas y llevarnos a este punto (refiriéndose a la sanción) significa que alrededor de 20 claves, en las que somos únicos en México, no se abastezcan; nosotros también estamos sufriendo abastecimiento de materias primas y, sin embargo, en buscamos alternativas para ofrecer productos que se requieren para el Covid-19 y que no hay en México, en este momento”, indicó Ocampo.

El directivo señaló que “una de las plantas (de inyectables) nuevas en las que está invirtiendo Psicofarma, será capaz de fabricar los millones de piezas que se necesiten en México si se entregan APIs para las vacunas contra Covid-19; nosotros podríamos estar fabricando 50 millones de viales por cada tres meses, en medio año 100 millones y en un año 200 millones, cantidad suficiente para México e, incluso, para exportar.

Tenemos las condiciones de manufacturar y con este tipo de sanciones se le restan estímulos a la industria farmacéutica, en cuanto a innovación, crecimiento e inversión”.

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