Cáncer colorrectal ocupa cuarto lugar en incidencia en México: especialista

Comunicado. El cáncer colorrectal en México ocupó el cuarto lugar en incidencia dentro de los cánceres con mayor número de nuevos casos durante 2020; registrando 11,191 casos nuevos y 6,245 defunciones, con base en datos de GLOBOCAN 2020.

A nivel mundial, ese mismo año, el cáncer colorrectal se ubicó como el cuarto tipo de cáncer con mayor número de nuevos casos y en el quinto lugar por su número de fallecimientos.

Lucía E. Flores García, gerente médico de Oncología en MSD, señaló: “En MSD el compromiso con los pacientes es inquebrantable, por ello este 31 de marzo se suma a la conmemoración del Día Nacional contra el Cáncer Colorrectal, difundiendo una serie de materiales informativos con el objetivo de incrementar el conocimiento sobre este tipo de cáncer”.

Y destacó que el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal aumenta con la edad. Los adultos más jóvenes también pueden manifestarlo, pero más común después de los 50 años. Además de la edad, múltiples factores de riesgo relacionados con el cáncer colorrectal están vinculados con el estilo de vida.

“Muchas personas con cáncer colorrectal no experimentan síntomas en las primeras etapas de la enfermedad. Cuando aparecen los síntomas, es probable que varíen, según el tamaño y la ubicación del cáncer en el intestino grueso. Los signos y síntomas del cáncer colorrectal incluyen: un cambio persistente en sus hábitos intestinales, incluyendo diarrea o estreñimiento o un cambio en la consistencia de sus heces, sangrado rectal o sangre en las heces, molestias abdominales persistentes, como calambres, gases o dolor, una sensación de que su intestino no se vacía por completo, debilidad o fatiga, así como pérdida de peso inexplicable”, indicó Flores García.

Y recordó que para diagnosticar el cáncer colorrectal se pueden utilizar algunas de las siguientes pruebas y procedimientos. Tales como: la colonoscopia que le permite al médico mirar dentro de todo el recto y el colon mientras el paciente está sedado; la biopsia que es la extracción de una pequeña cantidad de tejido para examinarlo bajo un microscopio; una prueba de biomarcadores del tumor que se realizan pruebas de laboratorio en una muestra de tumor para identificar genes específicos, proteínas y otros factores exclusivos del tumor; los análisis de sangre; la tomografía computarizada (CT o CAT), las imágenes por resonancia magnética (IRM) o bien el ultrasonido.

Las pruebas de detección oportuna a menudo pueden detectar el cáncer colorrectal en forma temprana cuando es pequeño, no se ha diseminado y puede ser más fácil de tratar. Las pruebas de detección periódicas pueden incluso prevenir el cáncer colorrectal.

 

 

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