Comunicado. El próximo 25 de abril se conmemora el Día Internacional del ADN, por lo cual los especialistas recuerdan lo importante que es resguardarlo o repararlo para tener una vida sana, plena y feliz, sin importar la edad.
La fatiga constante, las infecciones recurrentes, la dificultad para concentrarte o retener información valiosa pueden ser síntomas indicativos de que tu ADN está comenzando a dañarse y estás enfrentando envejecimiento prematuro, explicó Esmeralda Bastidas Valenzuela experta en medicina regenerativa, biohacking y well-aging, quien agrega que la buena noticia es que existe forma de repararlo.
“El ácido desoxirribonucleico (ADN) es la base de nuestra información genética, esencial para el desarrollo, funcionamiento y reproducción de todos los seres vivos”, comentó la también CEO de NEOCLINIC.
El cuidado del ADN permite el desarrollo de la mejor versión física y emocional, así como la reducción de posibilidades de despertar la carga genética vinculada a la enfermedad.
Bastidas, también especialista en terapia celular, indicó que el daño al ADN puede ser causado por factores internos y externos, siendo las sustancias químicas ambientales (metales pesados, toxinas en alimentos y productos) y el estrés los principales responsables.
“El estrés, en particular, desencadena la liberación de cortisol hormona que alteran la función celular y aumentan la producción de radicales libres, moléculas inestables que se crean en nuestro cuerpo cuando usamos el oxígeno para obtener energía, pero que en exceso pueden dañar nuestro ADN”, añadió la también miembro de la American Academy of Anti Aging Medicine (A4M).
Los síntomas de un ADN dañado son: fatiga y debilidad muscular, problemas respiratorios, enfermedades hepáticas y renales, trastornos neurológicos, disfunción inmunológica, mayor riesgo de cáncer y envejecimiento prematuro.
La buena noticia es que tres moléculas reparan y protegen al ADN:
- Telomerasa: enzima cuya función principal es mantener la longitud de los telómeros. Se ha observado que la telomerasa puede estabilizar rupturas dobles en el ADN al añadir secuencias teloméricas en sitios de daño, un proceso conocido como cicatrización cromosómica.
- NAD+ (Nicotinamida Adenina Dinucleótido): coenzima esencial repara el ADN dañado, estimula la producción de energía celular, alarga los telómeros, reduce el estrés oxidativo y detiene el envejecimiento prematuro.
- Glutatión: facilita la actividad de diversas enzimas que son responsables de detectar y corregir errores en el ADN, evitando mutaciones y otros tipos de daño que podrían llevar a enfermedades.