Comunicado. La diabetes es una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en México y el mundo, siendo un desafío global para la salud pública. En el país, la prevalencia de diabetes diagnosticada y no diagnosticada es de 18.3%, lo que corresponde a 14.6 millones de personas.
Al tratarse de una enfermedad crónica, si las personas no cuentan con un control adecuado, ésta puede derivar en el desarrollo de otras condiciones Por ejemplo, estudios recientes indican que la diabetes podría estar relacionada con un mayor riesgo de padecer herpes zóster (HZ), una enfermedad causada por la reactivación del virus varicela-zóster (VVZ), el mismo virus que causa la varicela.
“La diabetes mellitus compromete la respuesta inmune de células innatas y adaptativas, lo que explica el incremento en el riesgo de padecer infecciones, así como un mayor riesgo de tener una reactivación del VVZ, que se ha descrito es entre un 20 y 40% mayor al compararlo con la población sin diabetes”, comentó Gloria Huerta, gerente médico Sr. de Vacunas en GSK México.
Se ha descrito que las personas con diabetes tienen mayor riesgo de desarrollar las complicaciones de esta enfermedad, como lo es la neuralgia postherpética (NPH), un dolor nervioso prolongado que puede durar meses y en ocasiones persistir durante varios años, hasta en un 18%.
Además, las personas con diabetes que desarrollan herpes zóster tienen en comparación con aquellos que no tienen diabetes, un 3% más de visitas ambulatorias, se les recetó un 21% más antivirales y tuvieron un 63% más de riesgo de hospitalización por un cuadro de herpes zóster en su diagnóstico, asimismo, se ha registrado un 37% más de periodos de incapacidad laboral por enfermedad. De igual forma, tienen un 40% más de riesgo de rehospitalización y un 25% más de riesgo de complicaciones graves, como infarto vascular cerebral e infarto de miocardio, después del herpes zóster.
“A medida que las personas envejecen, su función inmunológica va disminuyendo como parte de un proceso natural conocido como inmunosenescencia, lo que nos expone a desarrollar diferentes enfermedades. Para prevenirlas podemos adoptar comportamientos para un estilo de vida saludable como la actividad física, una alimentación sana y la vacunación a lo largo de la vida”, expresó Huerta.
Y reiteró: “La vacunación y adopción de hábitos saludables en adultos no se trata sólo de prevenir enfermedades, sino de preservar la independencia, salud y calidad de vida. Para las personas con diabetes, esta premisa cobra una relevancia aún mayor cuando consideramos la relación entre esta condición y el herpes zóster. Es fundamental que comprendamos estas estrategias como una herramienta integral de cuidado de la salud, especialmente para personas con condiciones crónicas”.
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