Comunicado. La obesidad es una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo y que sigue en aumento debido a factores sistémicos que van más allá de las decisiones individuales. Según la Ensanut, en México cerca de 80 millones de adultos tienen sobrepeso u obesidad, y la prevalencia de esta enfermedad ha crecido casi 58% en los últimos 23 años. Hoy, el país ocupa el quinto lugar en el mundo en obesidad, lo que la convierte en un problema urgente de salud pública.
“Los sistemas han fallado, no es culpa del individuo”, es el mensaje que la World Obesity Federation (WOF) ha definido para el próximo 04 de marzo, Día Mundial de la Obesidad. Factores como el acceso limitado a tratamientos, políticas de salud insuficientes y la falta de regulación sobre información de tratamientos efectivos han perpetuado la crisis.
En palabras de Simón Barquera, presidente de la World Obesity Federation: “Es momento de dejar de culpar a las personas y dirigir la atención hacia los cambios estructurales necesarios para combatir esta enfermedad de manera integral”.
Los criterios actuales para diagnosticar la obesidad no son una medida fiable de salud o enfermedad a nivel individual. Ricardo Luna, miembro comisionado en Lancet para la Definición y Criterios diagnósticos de obesidad clínica, señaló que considerar únicamente el IMC puede llevar a una evaluación incorrecta del exceso de grasa corporal y por lo tanto a tratamientos inadecuados, afectando tanto a quienes viven con obesidad como a la sociedad. “La obesidad no es una condición homogénea, por lo tanto, se requiere de un enfoque personalizado. Mientras algunos pacientes solo requieren cambios en el estilo de vida, otros pueden necesitar medicamentos, cirugías u otras intervenciones”.
La automedicación es otro reto en el contexto actual, que ha llevado a muchas personas a recurrir a soluciones riesgosas sin supervisión médica. Por ello, es fundamental no dejarse llevar por tendencias en redes sociales o soluciones que prometen resultados rápidos sin evidencia o con baja experiencia científica sobre todo en la seguridad. El médico es el único profesional capacitado para evaluar los riesgos y definir el tratamiento adecuado para cada paciente con obesidad. La automedicación, especialmente con fármacos no indicados por un profesional, puede tener consecuencias graves, sobre todo en personas con enfermedades metabólicas o cardiacas.
El nuevo paradigma en el tratamiento de la obesidad se centra en soluciones estructurales. Según Valentín Sánchez, presidente del Colegio de Endocrinólogos de México, “garantizar el acceso a información confiable, tratamientos adecuados y asequibles, y atención médica de calidad es fundamental para frenar esta crisis de salud. Solo a través de un enfoque integral basado en la prevención, el tratamiento oportuno y una regulación adecuada se podrá generar un impacto real en la vida de millones de personas”.
Enfrentar la obesidad requiere de experiencia, no de tendencias. IFA Celtics, farmacéutica nacional con más de 60 años de historia, reconoce la obesidad como una enfermedad seria que requiere un enfoque médico integral.
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