Comunicado. En un esfuerzo por fortalecer la ética en la investigación en salud, la OPS está apoyando a más de 10 países de América Latina y el Caribe a desarrollar leyes, regulaciones y políticas que promuevan un marco ético robusto para la investigación. Esta iniciativa no sólo busca alinear a estas naciones con estándares internacionales, sino también garantizar que la investigación en salud beneficie a sus poblaciones.
Bolivia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Paraguay, Perú y Trinidad y Tobago están trabajando actualmente para renovar sus marcos nacionales de investigación en salud. “La investigación en salud es esencial; de ella dependen las curas para enfermedades y las estrategias que previenen o alivian el sufrimiento de millones”, comentó Carla Saenz, asesora regional en bioética de la OPS.
Este esfuerzo de la OPS se centra en garantizar que los países adopten estándares éticos internacionales, a la luz de las lecciones aprendidas durante la pandemia. “El Covid-19 ha subrayado la conexión vital entre la investigación y la salud, y ha llevado a muchos países de la región a priorizar la gobernanza ética de la investigación en salud”, afirmó Saenz.
La Declaración de Helsinki, emitida por la Asociación Médica Mundial, establece principios éticos para la investigación médica que involucra a participantes humanos. La revisión de 2024 amplía esta declaración, abordando aspectos críticos como el manejo ético de datos y material humano identificable.
“Es fundamental que las naciones alineen sus marcos legales con estándares éticos internacionales”, resaltó Saenz, destacando que esto es crucial para fomentar la confianza pública y la integridad en la investigación. Esta revisión tiene un significado especial para los países de ingresos bajos y medios en las Américas, donde los estándares éticos son aún más necesarios en situaciones de emergencia.
A pesar de los avances en la última década, muchos países enfrentan desafíos significativos. Por ejemplo, algunos países solo establecen estándares éticos para un subconjunto de los ensayos clínicos o tienen comités de ética de la investigación que operan sin la supervisión y apoyo de las autoridades nacionales.
Para abordar esto, la OPS ha diseñado una estrategia que incluye objetivos claros e indicadores específicos para fortalecer la ética en la investigación. Un estudio reciente sobre 22 países de la región reveló que, aunque muchos han implementado instrumentos legales para realizar investigación de manera ética, todavía existen lagunas en áreas como la capacitación en ética y el registro de ensayos clínicos. “Es un llamado a la acción: todos los actores deben unirse para fortalecer la comprensión de la ética en la investigación”, sostuvo Saenz.
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