Comunicado. En un contexto en el que 30% de la población mexicana vive con dolor, de acuerdo con el Colegio Mexicano de Ortopedia, y ante una alarmante proyección de más de 155 mil fracturas de cadera anuales para 2050, la farmacéutica mexicana Liomont presenta una alternativa terapéutica innovadora que podría transformar el manejo del dolor postquirúrgico, especialmente el ortopédico, en el país.
La creciente prevalencia de enfermedades osteomusculares, combinada con el envejecimiento de la población y la falta de medidas preventivas, ha contribuido a incrementar el número de cirugías ortopédicas como de columna, rodilla y cadera, mismas que comparten un denominador común: el dolor agudo postoperatorio.
“El dolor no debe ser una condena inevitable tras una cirugía, y mucho menos convertirse en un obstáculo permanente para la calidad de vida”, expresó Mario Sánchez, director Comercial de Liomont.
Este tipo de dolor, si no es tratado de manera adecuada en los primeros días tras la cirugía, puede convertirse en una condición crónica debilitante, con impactos que van más allá del plano físico, afectando la salud emocional, vida social y estabilidad económica del paciente.
“Es común que los pacientes intenten tolerar el dolor postquirúrgico de rodilla, cadera o columna y que se acostumbren a vivir con él, lo que puede provocar que se transforme en dolor crónico, por lo que es recomendable tratarlo desde las primeras horas después de una cirugía”, compartió Guillermo de Jesús García Felix Díaz, presidente del Colegio Mexicano de Ortopedia y Traumatología.
En este contexto, Liomont, empresa de origen nacional con más de 80 años de experiencia en innovación farmacéutica, con soluciones terapéuticas en múltiples áreas de especialidad, ha desarrollado un tratamiento para el control del dolor agudo de moderado a severo, en escenarios postquirúrgicos ortopédicos.
Lo que distingue a esta nueva formulación es su capacidad de brindar alivio eficaz, rápido y sostenido sin los efectos secundarios comúnmente asociados a los analgésicos tradicionales, como la somnolencia o el mareo. De acuerdo con datos clínicos, el medicamento comienza a actuar a los 24 minutos de su administración y su efecto sostenido se alcanza desde la primera dosis, sin necesidad de analgésicos de rescate.
Este desarrollo representa un avance significativo gracias a su tecnología de liberación dual y a los mecanismos multimodales de acción de sus componentes, lo que permite un protocolo de atención accesible y enfocado verdaderamente en la reducción del dolor.
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