Pruebas de biomarcadores y medicina personalizada, claves para diagnosticar y tratar el cáncer colorrectal y de pulmón

Comunicado. Una de las herramientas más importantes en el abordaje terapéutico del cáncer son las pruebas de biomarcadores. Los biomarcadores son moléculas biológicas encontradas en la sangre, fluidos o tejido que pueden informar sobre el funcionamiento anormal o normal de las células, la evolución de un tumor y ayudan a predecir la posible respuesta del tumor ante un plan de tratamiento específico o la falta de respuesta de este. 

Mediante estas pruebas se detectan, por ejemplo, los genes RAS que son los oncogenes mutados más frecuentes en cánceres humanos. Dentro de esta familia, está la variante más prevalente y especialmente frecuente en los tumores sólidos. Una mutación específica denominada KRASG12C representa aproximadamente el 13% de los cánceres de pulmón de células no pequeñas, entre el 3 y 5% de los cánceres colorrectales y entre el 1 y 2% de muchos otros tumores sólidos, haciendo de esta mutación una de las más representadas en los subgrupos de personas con cáncer.

“Cada tipo de cáncer presenta un perfil único de biomarcadores. Gracias a los avances científicos, hoy es posible analizar esta composición específica para seleccionar el tratamiento adecuado en el momento preciso, con el objetivo de mejorar los resultados clínicos del paciente” señaló Max Saráchaga director médico de Amgen México.

En México, el cáncer colorrectal (CCR) ocupa el tercer lugar con mayor incidencia y el primer lugar en mortalidad. En 2022, se registraron 16,082 nuevos casos y 8,283 defunciones. Se trata de un tipo de cáncer que, por lo general, muestra síntomas en etapas avanzadas, por lo que es fundamental prestar atención a anomalías como evacuaciones con sangre o moco, cólicos o dolor abdominal que no desaparece, debilidad y cansancio y pérdida de peso inexplicable.

“El diagnóstico oportuno del CCR es esencial para lograr modificar el curso de esta enfermedad, por ello es recomendable que las personas que cuenten con factores de riesgo de padecer cáncer de colon y recto y estén alrededor de los 45 a 50 años, se realicen pruebas de detección, como la prueba sangre oculta en heces o una prueba FIT (inmunoquímica fecal), una sigmoidoscopia flexible, cada 5 años, o una colonoscopia, cada 10 , ya que es un cáncer que tiene la particularidad de ser muy agresivo y difícil de diagnosticar”, afirmó Saráchaga.

En los casos de CCR, las pruebas de biomarcadores facilitan el hallazgo de un oncogén específico llamado RAS no mutado o silvestre – wild type –, cuya presencia puede indicar al médico tratante, con mayor certeza el curso de tratamiento a seguir , el cual puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia, inmunoterapia y “terapia blanco.” 

Las “terapias blanco”, como tratamientos contra el cáncer colorrectal en etapas avanzadas o cáncer colorrectal metastásico (CCRm) han impactado positivamente en la supervivencia global media de las personas que padecen esta enfermedad; actualmente existen diversos agentes que están dirigidos al tratamiento del CCRm como los bloqueadores del crecimiento tumoral mediante la inhibición de la angiogénesis o inhibidores del receptor de factor de crecimiento epidérmico. 

Por su parte, en México, el cáncer de pulmón ocupa el noveno lugar en incidencia, y constituye la tercera causa de muerte por cáncer, con registros de más de 8,257 nuevos casos al año, y más de 7,808 muertes registradas. 

 


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