Comunicado. En industrias críticas como la farmacéutica, la biotecnológica, los ensayos clínicos y la veterinaria, el almacenamiento y transporte de productos sensibles a la temperatura, como los medicamentos termolábiles o refrigerados, es casi una operación de precisión. Y es que va más allá de trasladar mercancías de un punto a otro, se trata de garantizar que cada producto conserve su estabilidad, seguridad y eficacia, cumpliendo con estándares regulatorios cada vez más estrictos y protegiendo la reputación y la confianza en cada industria.
El reto se vuelve aún mayor si se considera que, entre 2018 y 2024, los medicamentos que requieren mantenerse entre 2 °C y 8 °C para su almacenamiento y traslado han experimentado un aumento del 48% en su volumen, de acuerdo con el Biopharma Cold Chain Sourcebook. Al mismo tiempo, las fallas de temperatura siguen teniendo un costo enorme; la firma IQVIA estima que la industria biofarmacéutica pierde alrededor de 35 mil mdd anuales por desviaciones térmicas que comprometen la calidad de los productos.
Este contexto evidencia que una cadena de frío robusta no sólo es crítica para la operación, sino que tiene un impacto directo en los resultados financieros y en la confianza del mercado. Hoy, los fabricantes de productos farmacéuticos enfrentan el reto de diseñar una cadena de frío altamente controlada, capaz de asegurar que cada lote mantenga la temperatura adecuada durante su transporte, y cumpla a la vez con los más estrictos estándares regulatorios y de calidad a nivel global.
La cadena de frío en estos sectores enfrenta hoy niveles de exigencia inéditos, pues se trata de almacenar y trasladar materiales de altísimo valor y gran fragilidad, que suelen requerir condiciones extremas —desde la ultracongelación a -70 °C hasta la refrigeración estricta en el rango de +2 °C a +8 °C—, lo que impone una presión adicional sobre cada actor involucrado.
De acuerdo con Carlos Humberto Infante y Loya, fundador y director del Consejo de Administración de Kryotec: “Las empresas de los sectores farmacéutico, biotecnológico, de ensayos clínicos y veterinario deben diseñar sus estrategias logísticas considerando las particularidades de cada industria” y agregó que “cada una presenta retos particulares, desde la regulación estricta y la confianza del paciente en la industria farmacéutica, hasta la complejidad de preservar productos biotecnológicos de alto valor o garantizar la integridad de muestras críticas en ensayos clínicos, sin olvidar la logística veterinaria, donde la cobertura eficiente y la seguridad sanitaria son prioritarias”.
Indicó que “la clave está en implementar soluciones que no sólo cumplan con los estándares, sino que fortalezcan la eficiencia, la confiabilidad y la competitividad de la empresa”.
El especialista en logística del frío detalla cómo cada uno de estos sectores prioritarios enfrenta retos particulares y, al mismo tiempo, las estrategias que implementan para asegurar una cadena de frío eficiente para el transporte de medicamentos refrigerados, insumos biotecnológicos, muestras clínicas para ensayos, así como productos y vacunas de uso veterinario.
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