Comunicado. En el marco del Día Mundial del Crecimiento Infantil, a conmemorarse el 20 de septiembre, Novo Nordisk México se une con el objetivo de crear consciencia sobre la importancia del desarrollo saludable de las infancias mexicanas. De acuerdo con la OMS, se calcula que 144 millones de niños de cinco años tienen retraso del crecimiento en el mundo. En México, el 13.9% de los niños menores de cinco años tienen talla baja o desnutrición crónica.
La hormona del crecimiento estimula el desarrollo infantil y ayuda a mantener los tejidos y órganos a lo largo de la vida. Es producida por la glándula pituitaria, ubicada en la base del cerebro. Si la glándula pituitaria o el hipotálamo están dañados, la cantidad de hormona de crecimiento que se produce es menor, esto es lo que se conoce como déficit de hormona de crecimiento. Esta afección se da, aproximadamente, en 1 de cada 3,800 niños, aunque esta cifra puede variar según el país y los criterios diagnósticos utilizados.
“Existen dos tipos de deficiencia de la hormona del crecimiento: La primera es la deficiencia congénita, con la que nacen algunos bebés. Aunque al inicio puedan mostrar un crecimiento aparentemente normal, los signos suelen hacerse evidentes entre los 6 y 12 meses de edad. La segunda es la deficiencia adquirida, que ocurre cuando el cuerpo deja de producir suficiente hormona del crecimiento para desarrollarse adecuadamente. Esta puede presentarse en cualquier momento de la infancia”, afirmó Angélica Licona, gerente médico senior de enfermedades raras de Novo Nordisk México.
Uno de los signos más visibles de un retraso en el crecimiento es que el niño presente una estatura considerablemente menor a la de la mayoría de los niños de su edad. A esto se le conoce como baja estatura. Sin embargo, algunos niños pueden presentar un retraso en el crecimiento incluso sin tener baja estatura. Otros síntomas incluyen la erupción dental tardía, debilidad muscular, niveles bajos de azúcar en la sangre y, en el caso de los varones, un pene de menor tamaño al nacer.
El diagnóstico para detectar una posible deficiencia de la hormona del crecimiento incluye análisis de sangre para medir la concentración de la hormona, radiografías de edad ósea, prueba de estimulación de hormona del crecimiento, así como resonancia magnética cerebral.
“Es muy importante que al notar cualquier síntoma que indique un retraso en el crecimiento, acudan con un endocrinólogo pediatra para realizar las pruebas de diagnóstico necesarias. En caso de confirmar el padecimiento, existen tratamientos como la terapia de hormona de crecimiento, la cual es una terapia de reemplazo de hormona biosintética, idéntica a la hormona de crecimiento natural producida por el cuerpo. Es importante mencionar que los niños que comienzan el tratamiento de forma temprana pueden obtener más beneficios que quienes comienzan el tratamiento más tarde” concluyó Licona.
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