El Economista. Farmacéuticos, enfermeras y médicos del ISSSTE, Sedena y otras instituciones de salud de México notaron que las instrucciones de ciertos psicotrópicos y anestésicos que les llegaron la semana pasada estaban en idioma ruso.

Lo anterior es porque México dejó entrar al territorio nacional, inyectables que no sólo carecen de registro sanitario, sino que van en contra de la norma de etiquetado obligatorio en español, atentando contra la salud pública.

Es el resultado de una compra negociada desde enero por Birmex, de anestésicos y anticoagulantes para pacientes con Covid-19. Los lotes provienen de Lituania, Madrid e Italia e incluyen midazolam, dexmedetomidina, propofol, enoxaparina, bromuro de rocuronio y norepinefrina.

La Mesa Directiva del Colegio Nacional de Químico Farmacéuticos Biólogos (QFBs) empezó a recibir alertas de instituciones públicas sobre este suministro de medicamentos en idiomas extranjeros. Deyanira Chiñas Ramírez, presidenta del colegio, advirtió que el gremio de profesionales farmacéuticos está verdaderamente alarmado pues el hecho puede convertirse en un crimen de lesa humanidad.

“Investigar a profundidad la formulación y fabricación de estos medicamentos es crítico porque hay preguntas elementales, incluso sobre cómo administrarlos: ¿el medicamento se puede utilizar preparado y diluido en suero elaborado en la central de mezclas? ¿Se diluye en suero glucosado o en solución salina? ¿Es compatible con otros medicamentos administrados por la misma vía intravenosa? ¿Existe posible interacción entre medicamentos, por ejemplo, con antibióticos o antivirales? y en todo caso ¿con cuáles sí y con cuales no es compatible? Pero nada de esta información mínima se sabe porque la etiqueta está en ruso”, dijo Chiñas Ramírez.

 

AFP. Las autoridades rusas registraron la vacuna desarrollada por el Centro Investigación Shumakok de Moscú, denominada CoviVac, como etapa previa a la fase final de ensayos clínicos, se trata de la tercera vacuna contra el nuevo coronavirus y dio a conocer que tendrá 120 mil disponibles para el próximo mes de marzo.

“A partir de mediados de marzo, las primeras 120 mil dosis (de la tercera vacuna) estarán disponibles. Rusia es hoy el único país que tiene tres vacunas”, celebró el primer ministro de Salud Mijail Mishustin.

Se trata de la tercera vacuna de fabricación rusa, después de que el país registrara la vacuna Sputnik V, en agosto, y EpiVacCorona, en octubre.

El registro de CoviVac supone que se pasa a la fase 3 de los ensayos, prevista en marzo con 3,000 personas, según fuentes oficiales. Los ensayos clínicos de la vacuna se llevaron a cabo en 2020 en las ciudades de Novosibirsk, San Petersburgo y Kirov entre 400 personas.

Con base en el Ministerio de Salud, la vacuna se almacena a temperaturas de 2 a 8°C, con una vida útil de seis meses.

A diferencia de las dos primeras vacunas, CoviVac usa un virus inactivo, una tecnología más tradicional y está recomendada para las personas de entre 18 y 60 años. El gobierno ruso informó que intensifica sus esfuerzos para responder a la demanda mundial de los otros dos inoculantes desarrollados en el país.

 

 

Reuters. La compañía farmacéutica Novavax informó que ha completado la inscripción de pacientes para el estudio de última etapa de su vacuna contra el Covid-19 en Estados Unidos y México, y agregó que, el mes pasado, su vacuna tuvo una eficacia del 89.3% en la prevención de Covid-19 en un ensayo realizado en Reino Unido, y fue casi tan eficaz en la protección contra la variante más altamente contagiosa descubierta por primera vez allí.

Novavax dijo que había inscrito a 30 mil voluntarios en Estados Unidos y México. En el ensayo de última fase, la empresa dijo que el 20% de los participantes eran latinos, el 13% eran afroamericanos y el 13% tenían 65 años o más.

 

 

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