Comunicado. La investigación publicada en Science muestra que una bacteria natural descubierta por científicos de GSK, Delftia tsuruhatensis Tres Cantos 1 (TC1), podría ser la base de nuevas intervenciones contra la malaria.
Los estudios realizados en colaboración con el Johns Hopkins Malaria Research Institute en la Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health muestran que la bacteria puede reducir significativamente la carga del parásito de la malaria tanto en el intestino medio como en las glándulas salivales del mosquito, lo que indica el potencial de TC1 para inhibir la transmisión del parásito a humanos a través del mosquito.
Thomas Breuer, director de Salud Global de GSK, dijo: “Este nuevo descubrimiento es el resultado de nuestro compromiso continuo con la innovación en malaria en GSK, que se suma a la primera vacuna contra la malaria y la primera cura radical para la malaria por P. vivax. Una herramienta adicional, TC1, como un enfoque completamente nuevo para el control de la malaria, tiene potencial para reducir aún más la enorme carga de malaria en países endémicos y es una prueba más de que mediante el despliegue de una variedad de enfoques de prevención, podemos poder finalmente erradicar esta terrible enfermedad”.
El descubrimiento de la bacteria TC1 fue realizado por científicos del sitio de I+D de Medicamentos para la Salud Global de GSK en Tres Cantos, España, que trabajan en medicamentos contra la malaria de próxima generación. Observaron que los mosquitos de un An. stephensi en su insectario ya no podían soportar la infección por P. falciparum, el tipo de paludismo más prevalente y letal en África, así como en otras partes del mundo. Los experimentos confirmaron que una cepa particular de Delftia tsuruhatensis, que se ha denominado TC1, era responsable de la pérdida de infectividad.
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