Comunicado. Para combatir el cáncer es necesario que los pacientes puedan acceder a los tratamientos oncológicos más efectivos para combatir su padecimiento. En este sentido, la protonterapia se vislumbra como la mejor opción, con el mayor grado de éxito y los menores efectos segundarios.
La protonterapia es la modalidad de radioterapia externa que mejor preserva los tejidos sanos y reduce los efectos adversos en órganos y sistemas en proceso de crecimiento. Su menor toxicidad la hace especialmente indicada para el tratamiento de tumores de localización y extensión compleja o cercanos a órganos de riesgo muy sensibles a la radiación, como tumores próximos o en la base del cráneo, en la médula espinal u oculares, así como aquellos susceptibles de ser tratados por radiación externa en niños y en personas mayores con pluripatología crónica.
“La protonterapia es el tratamiento más apropiado para niños por su mayor precisión y menor toxicidad, ya que permite tratar exclusivamente la zona tumoral sin irradiar el tejido sano de forma innecesaria y, por tanto, reduce los efectos adversos. Sin embargo, hoy en día, no está disponible en todos los países, como es el caso de Latinoamérica”, explicó Felipe Calvo, director de la Unidad de Protonterapia, de la Clínica Universidad de Navarra.