Científicos del MIT crean impresora portátil de parches miniatura para administrar vacunas

Agencias. Un equipo liderado por científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) dio a conocer que desarrolló la primera impresora portátil capaz de producir parches miniatura para administrar vacunas Covid-19 de ARN mensajero (ARNm), con la esperanza de que dicho dispositivo ayude a inmunizar a la población de regiones remotas.

Aunque aún quedan aspectos pendientes por resolver, es probable que falten años para que la impresora 3D esté disponible; sin embargo, los expertos aplauden el desarrollo.

El dispositivo imprime parches de dos centímetros de ancho que contienen cientos de agujas diminutas que administran una vacuna cuando se presionan contra la piel. Estos “parches de microagujas” ofrecen una serie de ventajas sobre las inyecciones tradicionales en el brazo, entre ellas que pueden autoadministrarse sin dolor, podrían resultar más atractivas para los reacios a las vacunas, y pueden conservarse a temperatura ambiente durante largos periodos de tiempo.

Las populares vacunas de ARNm Covid-19 de Pfizer y Moderna necesitan refrigeración, lo que ha causado complicaciones en la distribución, sobre todo en los países en desarrollo que han condenado la distribución desigual de dosis durante la pandemia.

La nueva impresora se probó con las vacunas de Pfizer y Moderna, según un estudio publicado en la revista Nature Biotechnology, pero el objetivo del equipo internacional de investigadores que la respalda es que pueda adaptarse a cualquier vacuna que se necesite.

Robert Langer, cofundador de Moderna y uno de los autores del estudio, declaró que esperaba que la impresora pudiera utilizarse para “el próximo Covid, o cualquier otra crisis que se produzca”. Por su parte, Ana Jaklenec, coautora del estudio del MIT, dijo que la impresora podría enviarse a zonas como campos de refugiados o aldeas remotas para “inmunizar rápidamente a la población local”, en caso de un nuevo brote de una enfermedad como el ébola.

Cabe mencionar que, si bien ya se están desarrollando vacunas en parches de microagujas contra el Covid y otras enfermedades como la poliomielitis, el sarampión y la rubéola, llevan mucho tiempo sin avanzar porque su producción es un proceso costoso y laborioso que a menudo requiere grandes máquinas de centrifugado.

La tinta de la vacuna está formada por nanopartículas que contienen moléculas de la vacuna de ARNm, así como un polímero similar al agua azucarada. Una vez secos, los parches pueden almacenarse a temperatura ambiente durante al menos seis meses, según el estudio. Incluso, los parches sobrevivieron un mes a 37 grados centígrados. Cabe resaltar que la impresora puede fabricar 100 parches en 48 horas. Pero los modelos sugieren que, con mejoras, podría imprimir miles al día, según los investigadores.

 

 

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