Comunicado. La depresión es una de las enfermedades emocionales crónicas más recurrentes. A escala global existen alrededor de 350 millones de personas que viven con esta afección y, en México, se considera que 15 de cada 100 personas la padecen. Las causas que podrían desencadenar un trastorno depresivo son multifactoriales.
Con base en la opinión de especialistas, la depresión se relaciona con la infertilidad, ya que cuando una pareja intenta por cierto periodo de tiempo lograr un embarazo sin éxito, se enfrenta con problemas emocionales que podrían provocar la presencia de esta enfermedad.
Por otro lado, la ansiedad y la depresión a su vez podrían ser factores de riesgo para presentar problemas en la salud reproductiva, mismos que requieren de un proceso de reproducción asistida, acompañado por terapia emocional para darles solución, permitiendo a los futuros padres encontrarse en el mejor estado físico y mental al momento de buscar un bebé.
“Una persona que mantiene un estado permanente de estrés, afecta al sistema endocrino y a las hormonas que participan en el proceso de reproducción, promoviendo limitaciones en el curso natural de la fecundación”, expuso José Alfonso Gutiérrez Frusch, ginecólogo, obstetra y biólogo de la reproducción de la Clínica Fertilidad Integral.
Actualmente, existe un importante avance en métodos de reproducción asistida con tecnología de punta que ofrecen seguridad y eficacia en procesos como inseminación artificial, fertilización in vitro y criopreservación de óvulos que, además, ofrecen ayuda psicológica que acompaña a los pacientes a través de un enfoque integral y humano, cambiando la forma de hacer reproducción asistida y ayudando a alcanzar el sueño de quienes desean tener un bebé.
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