Comunicado. Es indiscutible que la pandemia aceleró la transformación digital en la salud. En este sentido, las herramientas digitales se convirtieron en historias clínicas electrónicas, agendas digitales de turnos y otras facilidades que se volvieron más frecuentes en la rutina de los profesionales e instituciones de salud.
También se citan tecnologías más avanzadas, como inteligencia artificial, realidad virtual e internet de las cosas, que empezaron a impactar más en la industria. Para tener una idea del impacto de la tecnología en el sector, según la encuesta 'Global Top Health Industry Issues 2021' de la consultora PWC, la inversión de los negocios en telemedicina fue de 4,300 mdd el año pasado, un crecimiento del 139% comparado con el 2019.
La encuentra destacó que la tecnología juega un papel protagonista en la adopción de soluciones de inteligencia artificial para dar apoyo a la decisión clínica. Pero es importante marcar la diferencia entre hospital digitalizado y hospital digital. En el digitalizado el médico simplemente deja de escribir en papel y pasa a completar el historial en la computadora. En cambio, el hospital digital permite que el profesional cuente con el soporte de sistemas basados en información estructurada de los pacientes que se origina, por ejemplo, en los equipos que monitorean los parámetros de salud al lado de la cama hospitalaria o también dentro de la casa o actividades privadas del paciente.
El principal objetivo de la interoperabilidad es reunir en un solo lugar los datos clínicos almacenados en distintas herramientas. Eso permite que la asistencia médica sea más segura, práctica y eficiente. Gracias a la gestión de los sistemas y de las telecomunicaciones, la telemedicina puede facilitar todo el proceso de atención desde la gestión administrativa, diagnóstico, tratamiento o educación en salud.
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