Comunicado. La boca guarda una relación estrecha con el Covid-19 porque es una de las principales vías de entrada del organismo junto con la nariz y los ojos, en ella el virus que produce la enfermedad encuentra una alta densidad de receptores aunado a que las gotículas respiratorias que generadas en ella son una de las principales vías de contagio.
Durante los primeros días de la infección por SARS-CoV-2 este virus se concentra especialmente en la nariz, boca, garganta y laringe, lo que explica la alta capacidad de contagio, ya que el enfermo puede expulsar virus a niveles altos por nariz y boca.
Gerardo López, director general de Asistencia Pediátrica Integral (API), informó que la cavidad oral se podría comportar como factor protector o agravante de la infección.
Y agregó que el impacto del Covid-19 en la salud oral está principalmente determinado por el sistema inmunológico del paciente, la farmacoterapia que recibe y por la patogenia del virus. Se ha sugerido que la cavidad oral es un perfecto hábitat para la invasión por SARS-CoV-2 debido a la especial afinidad que tiene el virus por células como son las del tracto respiratorio, mucosa oral, lengua y glándulas salivales.
Existen estudios que sugieren que cuantos más virus se encuentren en la boca, más severa será la enfermedad Covid-19 en el paciente. Por otra parte, aunque durante los primeros días de infección el paciente permanezca asintomático, sí puede contagiar el virus. Es más, durante ese tiempo hay una mayor acumulación de virus en las mucosas nasales, orales y faríngeas, que tardan un tiempo en pasar a los pulmones, puntualizó Mayra S. Torres Altamirano, odontóloga, estomatóloga pediatra de API.
Y concluyó que una mala salud oral, incrementa el riesgo de sufrir enfermedades sistémicas, pudiendo originar complicaciones cardiacas, pulmonares, problemas en el embarazo o empeorar una diabetes. Todos los pacientes que requieren de ventilación mecánica, por ejemplo, debido al Covid-19 se ven sometidos a un riesgo de desarrollar una neumonía por aspiración, y se ha comprobado que aquellos que presentan una boca enferma tienen mucho mayor riesgo de desarrollarla.