Medicamentos en lituano alarman al gremio de QFBs en México

El Economista. Farmacéuticos, enfermeras y médicos del ISSSTE, Sedena y otras instituciones de salud de México notaron que las instrucciones de ciertos psicotrópicos y anestésicos que les llegaron la semana pasada estaban en idioma ruso.

Lo anterior es porque México dejó entrar al territorio nacional, inyectables que no sólo carecen de registro sanitario, sino que van en contra de la norma de etiquetado obligatorio en español, atentando contra la salud pública.

Es el resultado de una compra negociada desde enero por Birmex, de anestésicos y anticoagulantes para pacientes con Covid-19. Los lotes provienen de Lituania, Madrid e Italia e incluyen midazolam, dexmedetomidina, propofol, enoxaparina, bromuro de rocuronio y norepinefrina.

La Mesa Directiva del Colegio Nacional de Químico Farmacéuticos Biólogos (QFBs) empezó a recibir alertas de instituciones públicas sobre este suministro de medicamentos en idiomas extranjeros. Deyanira Chiñas Ramírez, presidenta del colegio, advirtió que el gremio de profesionales farmacéuticos está verdaderamente alarmado pues el hecho puede convertirse en un crimen de lesa humanidad.

“Investigar a profundidad la formulación y fabricación de estos medicamentos es crítico porque hay preguntas elementales, incluso sobre cómo administrarlos: ¿el medicamento se puede utilizar preparado y diluido en suero elaborado en la central de mezclas? ¿Se diluye en suero glucosado o en solución salina? ¿Es compatible con otros medicamentos administrados por la misma vía intravenosa? ¿Existe posible interacción entre medicamentos, por ejemplo, con antibióticos o antivirales? y en todo caso ¿con cuáles sí y con cuales no es compatible? Pero nada de esta información mínima se sabe porque la etiqueta está en ruso”, dijo Chiñas Ramírez.

 


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