Comunicado. Con base en especialista en la materia, la desigualdad en la atención sanitaria de las mujeres en Latinoamérica requiere cambios urgentes. Uno de los prioritarios es generar acciones para la prevención primaria y secundaria, para actuar antes de que las enfermedades se desarrollen, y de esta manera mejorar y acelerar el acceso a la atención de las necesidades de salud de la mujer.
Durante el “Roche Press Day 2023: Mujeres, salud y equidad”, existe evidencia de que las mujeres llegan más tarde que los hombres al diagnóstico y tratamiento, en parte debido a factores socioeconómicos, geográficos y culturales que afectan de manera desproporcionada a las mujeres.
No obstante, las mujeres desempeñan un papel fundamental en los sistemas de salud, ya sea como pacientes, cuidadoras o profesionales de la salud. Más del 90% de las decisiones relacionadas con la salud en las familias son tomadas por mujeres, quienes también asumen el papel principal en el cuidado de sus familias y comunidades, y representan el 70% del personal sanitario. Existe un consenso a nivel mundial de que mejorar las perspectivas de salud a escala global requerirá un enfoque específico centrado en las mujeres y la implementación de servicios de salud integrados.
Álvaro Soto, gerente general de Roche Caribe, Centroamérica y Venezuela, destacó la importancia de una mayor educación para la mujer y para toda la población en general que permita un conocimiento más amplio, de las enfermedades, de su prevención y atención. Este es el enfoque de la compañía para abordar las necesidades no cubiertas y promover al mismo tiempo innovaciones para que todas las mujeres se beneficien de una atención sanitaria personalizada y equitativa en todas las etapas de su vida.
Pero para esto y para lograr soluciones más concretas, señala la importancia de las alianzas entre los diferentes sectores de la sociedad: Gobiernos, sistemas de salud, empresa privada y sociedad civil.
“En Latinoamérica tenemos desafíos importantes y aunque los problemas son comunes, cada país y cada sistema de salud requiere de soluciones distintas… Sin embargo, nos debe unir el compromiso por generar cambios para que no mueran mujeres por enfermedades prevenibles. Es una responsabilidad de todos nosotros”, agregó.
El cáncer cervicouterino es un ejemplo de la labor que debe hacerse en la atención de la salud de las mujeres, principalmente para aquellas que, por condiciones socioeconómicas, geográficas y culturales quedan en evidente desventaja y descuidan su salud, teniendo como resultado, diagnósticos tardíos y hasta la muerte en un padecimiento que es totalmente prevenible.
En 2020, más de 59 mil mujeres fueron diagnosticadas con cáncer cervicouterino y 31.5 mil murieron por esta causa, a pesar de que se trata de una enfermedad prevenible por vacuna y que puede diagnosticarse precozmente con pruebas de detección del cáncer cervicouterino y del virus del papiloma humano (VPH).
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