Comunicado. Un reciente estudio de la OPS, publicado en el Journal of Pharmaceutical Policy and Practice, revela barreras significativas en el acceso a medicamentos esenciales para la hipertensión en América Latina y el Caribe, incluyendo listas de medicamentos esenciales desactualizadas y prácticas de adquisición difusas, y subraya la necesidad de antihipertensivos más estandarizados para ayudar a reducir la carga de enfermedades cardiovasculares en la región.
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en América, con más de dos millones de fallecimientos anuales. La hipertensión afecta al 35.4% de los adultos de 30 a 79 años y sigue siendo inadecuadamente manejada: el 37% de las personas con hipertensión en América Latina y el Caribe no están diagnosticadas, el 15% de las diagnosticadas no reciben tratamiento, y el 47% de las tratadas no tienen su presión arterial controlada. Estas brechas contribuyen a tasas elevadas de accidentes cerebrovasculares y enfermedades del corazón.
La OPS ha estado apoyando a los países a abordar este problema a través de la iniciativa HEARTS en las Américas, que busca mejorar el manejo de la hipertensión y la prevención del riesgo cardiovascular mediante protocolos de tratamiento estandarizados y un mejor acceso a medicamentos esenciales.
El estudio, que abarca 22 países participantes en la iniciativa HEARTS, encontró inconsistencias notables en la inclusión de medicamentos antihipertensivos recomendados en las listas nacionales de medicamentos esenciales. La limitada disponibilidad de dosis fijas combinadas (CDF) de medicamentos en dichas listas fue especialmente preocupante. Las CDF, incluidas en la Lista de Medicamentos Esenciales de la OMS en 2019, han demostrado ser efectivas para controlar la presión arterial, mejorar la adherencia del paciente y reducir efectos secundarios y eventos adversos en comparación con la monoterapia.
Además, el estudio reveló variaciones significativas en las prácticas de registro, fijación de precios y adquisición de medicamentos, que en conjunto dificultan el acceso y la asequibilidad.
“Los medicamentos antihipertensivos son económicos de producir y pueden salvar millones de vidas. Reducir su precio y mejorar la calidad es una intervención clave para mejorar el acceso y la calidad de la atención”, dijo Pedro Orduñez, asesor en enfermedades crónicas de la OPS y uno de los autores del estudio.
Por su parte, Christopher Lim, autor principal del estudio y jefe del Fondo Estratégico de la OPS, dijo: “A pesar de la alta prevalencia de la hipertensión, muchas personas en la región carecen del acceso a los medicamentos necesarios para controlar su presión arterial. Nuestros hallazgos destacan la necesidad de que los responsables de la toma de decisiones actualicen las listas nacionales de medicamentos esenciales para incluir estos medicamentos críticos”.
Los resultados del estudio subrayan la importancia de la colaboración continua entre gobiernos, sistemas de salud y partes interesadas para abordar las barreras en el acceso a los medicamentos y mejorar los resultados de salud cardiovascular en toda la región.